AUTOMATIZACIÓN EN RIEGO LOCALIZADO
AUTOMATIZACIÓN EN RIEGO LOCALIZADO
a. Introducción
Algunas de las ventajas que tiene la automatización de una instalación de riego localizado residen en:
* Conseguir mayor control de la dosis y la frecuencia del riego.
* Ahorrar mano de obra.
* Poder programar otras operaciones como la limpieza de filtros y el fertirriego.
El control de riego de forma automática puede realizarse por tiempo (las válvulas cierran el paso del agua tras un cierto periodo de tiempo) o por volúmenes (cuando las válvulas cierran tras haber pasado una cantidad de agua determinada).
b. Automatización por tiempos
Es una forma muy simple de automatización que se basa en determinar el tiempo que tiene que durar el riego teniendo en cuenta la dosis necesaria, el marco de los emisores y el caudal que suministra cada emisor. Cuando el tiempo de riego es calculado previamente, se corta el suministro.
Para efectuar este tipo de automatismo es necesario contar con electroválvulas y programadores. El programador, que dispone de un reloj para contabilizar el tiempo que está funcionando el sistema, envía una señal eléctrica a la electroválvula cuando el tiempo de riego llega al que se le ha indicado previamente y ésta se encarga de cerrar el paso del agua.
La automatización por tiempos no garantiza que el aporte de la dosis de agua sea la determinada para el cultivo, sino que se está regando un preestablecido. Si las condiciones de presión, caudal, etc. Se mantienen, posiblemente se esté cerca de esa dosis, pero si estas condiciones varían a lo largo del riego, también variará la dosis aplicada.
c. Automatización por volúmenes
Con esta forma de automatización, el paso del agua se corta cuando ya ha pasado el volumen de agua que es necesario para el riego. Se requieren válvulas de accionamiento automático (hidráulicas, volumétricas y electroválvulas) y en algunos casos un programador de riego. Dependiendo del tipo de elementos que se utilicen se pueden conseguir varios niveles de automatización.
- Nivel 1
Cada unidad de riego lleva asociada una válvula volumétrica que inicialmente está cerrada y en la que se ha seleccionado la cantidad de agua que se desea que pase hacia cada unidad. La primera válvula se abre manualmente y se cierra automáticamente cuando se llega al volumen deseado. A continuación se abre de forma manual la segunda válvula volumétrica que igualmente se cerrará al pasar el volumen predeterminado. De contar con más unidades se procedería igual.
- Nivel 2
De igual forma, cada unidad de riego tiene en cabecera una válvula volumétrica, pero la primera está conectada a la segunda, ésta a la tercera y así sucesivamente. En todas ellas se habrá seleccionado previamente la cantidad de agua que se desea que pase para cada unidad.
Si las unidades de riego son muy grandes, es necesario disponer válvulas volumétricas de gran diámetro, que en general son muy caras. En estos casos es frecuente efectuar el conocido riego con satélite, en el que cada unidad de riego tiene una válvula volumétrica que deja pasar agua a una sola subunidad, pero que está conectada a válvula hidráulica que deja pasar agua a una sola subunidad, pero que está conectada a válvulas hidráulicas dispuestas al principio del resto de subunidades de esa unidad. Así, las volumétricas podrán ser más pequeñas y baratas, con lo que se logra reducir el costo del automatismo.
- Nivel 3
Es el sistema más avanzado de automatización usando válvulas y programadores, denominado programación electrónica por volumenes. El elemento que rige todas las tareas u operaciones que han de realizarse en cada instante es el programador de riego, enviando las señales oportunas a los elementos de control y medida. Son también esenciales los contadores de agua con transmisión de datos, es decir, envían al programador información sobre la cantidad de agua que pasa por ese lugar de la red, y las electroválvulas que abren o cierran el paso de agua tras recibir la señal del programador.
d. Automatización por ordenador
Utilizando esta herramientas se consigue hasta un grado total de automatización de la instalación, desde limpieza de filtro, fertirrigación, programación automática según la demanda medida en tiempo real del cultivo, ajuste de parámetros químicos del agua, etc.
Requiere la instalación de sensores de todo tipo, aquellos que miden las condiciones atmosféricas, los que determinan el contenido de humedad en el suelo, contadores y manómetros digitales que envían información puntual y precisa al ordenador, sensores de pH y conductividad y equipo de corrección instantánea de los parámetros medidos. Dado el elevado precio de estos equipos, son útiles principalmente cuando es preciso realizar riegos frecuentes con un control muy estricto de abonado y de dosis aplicada, como son los cultivos de alto valor económico.
Fuente: Fernández, Rafael (2010)
Riego localizado
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